blog el rincon de mindfulness otoño

Meditar no es difícil. Hablamos con Yolanda Garfia.

Yolanda Garfia es la Directora de El Rincón de Mindfulness y hemos charlado con ella un rato sobre meditación. Os dejamos aquí sus reflexiones.

¿Cómo definiríais la meditación para hacerla entendible y apetecible?

La meditación trata del conectar con nuestro ser. Estamos tan conectados con el exterior con lo de fuera, que nos hemos olvidado de nosotros mismos. La implacable velocidad a la que vivimos, sentimos y percibimos nos instala en una semiexistencia, mientras nos obsesionamos en hacer mil cosas a la vez, cuando muy pocas veces estamos presentes en alguna de ellas.

Desafortunadamente, la meditación está bañada en mitos. Uno de los más frecuentes es aquel que dice que la meditación consiste en poner la mente en blanco. Nada más lejos de la realidad de esta práctica. La mente siempre está trabajando. Lo que tratamos de hacer con la meditación es familiarizamos con su funcionamiento, observar el permanente diálogo mental, los pensamientos y los sentimientos y, una y otra vez,  traerla al presente, al aquí y ahora, de una manera amable. En Mindfulness, para ello, utilizamos un ancla, la respiración.

De esta forma, vamos entrenando el “músculo” de la atención. Aprendemos a ser conscientes de cómo nos movemos, de nuestro patrones de respuesta, de cómo nos sentimos física y/o emocionalmente.

Hay varios tipos de meditación, ¿cuál es más recomendable contra el estrés y cuál la más fácil para iniciarse?

La que practicamos en nuestros programas de reducción de estrés a través de Mindfulness, es la meditación de atención en la respiración. Utilizamos la respiración como nexo de unión entre mente y cuerpo, y la utilizamos para traer, una y otra vez, cuántas veces haga falta, nuestra mente al momento presente. A partir de ahí, con práctica, iremos abriendo nuestra consciencia a sonidos, sensaciones corporales o emociones.

A través de la práctica de Mindfulness, vamos aprendiendo a responder ante los estímulos, en lugar de reaccionar a ellos; vamos apagando el piloto automático en nuestro día a día que nos lleva, irremediablemente, al estrés; vamos aprendiendo a gestionar nuestras emociones y, en definitiva, a evitar el estrés perverso, o distrés, en nuestra vida.

Los programas de reducción de estrés basados en Mindfulness se estructuran a través de protocolos avalados por distintas Universidades. La primera universidad en la que se implantó este tipo de protocolos fue la de Massachusetts, gracias a la labor de Jon Kabat Zinn.

¿Cuáles son las dificultades que se encuentra una persona que empieza a meditar, y cómo las vence?

Las principales dificultades las encontramos  al enfrentarnos al dichoso Tiempo. Hacer un hueco en nuestra ajetreada vida para dedicarnos a nosotros mismos un rato. Aunque la verdad es que, con la práctica, te vas dando cuenta que para tener mayor consciencia no necesitas de tiempo extra, porque lo que conseguimos con ella es que seamos conscientes, poco a poco, de cada vez más momentos del día. Como solemos decir, vamos haciendo cada momento más vivido.

Otro aspecto que a veces cuesta superar es esa errónea concepción, instalada en nuestras vidas, por la que cuidarnos a nosotros mismos, dedicarnos un tiempo, no está tan bien visto como dedicarlo a los demás. Solo si nos queremos y aceptamos, si nos cuidamos, podremos crecer personalmente. Dedicarnos un rato a nosotros, a meditar, es una de las cosas más positivas que podemos hacer por nosotros mismos.

¿Qué diferencia hay entre relajación y meditación?

En la meditación no hay una finalidad, ni si quiera de relajarnos. Se trata de practicar el no hacer, observar lo que hay en el momento presente, sin intentar cambiar nada, acompañándonos de la respiración. Es un gesto que no necesita de acción por nuestra parte ya que sucede por si solo. La relajación es una consecuencia colateral de la meditación, sucede, pero no es lo que persigue la meditación.

¿Podríais decirnos una rutina básica para hacer meditación en casa?

Es muy habitual elegir la primera hora de la mañana para practicar meditación informal (no toda la meditación necesita de un lugar, un tiempo, un entorno…). Por ejemplo, la ducha matinal es uno de los momentos favoritos de nuestros alumnos. Ser conscientes de que nos estamos duchando, de las sensaciones del agua sobre la piel, de cada uno de los movimientos que hacemos y, si nos vamos… traer amablemente la mente de vuelta a la ducha.

Hay quien elige el momento del despertar, todavía en la cama; o hacer un desayuno o un almuerzo consciente… Por supuesto, para  iniciarse no está de más asistir a algún programa o taller, así luego te será más fácil practicar meditación formal en casa.



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